Te desposé.
Oh gloria mía, corona de mis días,
Iglesia Santa,
te amé con corazón exclusivo,
y amando a todos
te amaba a ti.
Te desposé como hombre que se casa.
Como un joven se casa con su novia,
así me casé yo contigo.
La alegría que encuentra el marido con su esposa
la encontré yo contigo.